Estoy en casa, en el sofá, con el ventilador al máximo y una Fanta de limón sin azúcar bien fría. El enano no para de dar patadas, creo que estamos los dos agotados. En un ratito comida y libro hasta coger el sueño. Sin prisa. Sin despertador. Lunes de agosto. Nunca pensé que tener tanto tiempo libre iba a gustarme tanto. Y aunque ya elogié otras veces la vida contemplativa, siento que para ser felices necesitamos espacios vacíos donde quedarnos, a ratos, solos y en blanco. Sólo así podemos pensar, crear, imaginar, reparar, elaborar...Miro la albahaca de mi ventana y creo que voy a cortarla pronto. Dejo otras fotos del pueblo, hace sólo 3 días que he vuelto y ya parece tan lejos
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