He pasado unos días en casa de mis padres, esa antigua estación de tren, en el norte. Había imaginado playa, largos paseos por el campo y comidas el fresco en el jardín. Pero ha habido poco de eso y mucho de casa, nubes, lluvia, olor a tierra mojada, películas de sobremesa, libros al atardecer y costura. Mi madre con sus manos mágicas y su máquina Singer de los años 70 está haciendo un montón de cosas para el enano y están quedando preciosas. Yo miro por la ventana. Me acuerdo de S. que se ha quedado lejos. También me veo a mí en el mismo lugar. En otros tiempos. Y todo alrededor en este agosto se humedece. Agujero. Pienso. Es eterno y único el silencio de la lluvia.
sábado, 10 de agosto de 2013
HOZ DE ANERO I
He pasado unos días en casa de mis padres, esa antigua estación de tren, en el norte. Había imaginado playa, largos paseos por el campo y comidas el fresco en el jardín. Pero ha habido poco de eso y mucho de casa, nubes, lluvia, olor a tierra mojada, películas de sobremesa, libros al atardecer y costura. Mi madre con sus manos mágicas y su máquina Singer de los años 70 está haciendo un montón de cosas para el enano y están quedando preciosas. Yo miro por la ventana. Me acuerdo de S. que se ha quedado lejos. También me veo a mí en el mismo lugar. En otros tiempos. Y todo alrededor en este agosto se humedece. Agujero. Pienso. Es eterno y único el silencio de la lluvia.
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