miércoles, 21 de mayo de 2014

DÍAS COMO ESTOS

 

 



Han bajado las temperaturas diez grados, de pronto el cielo se ha vuelto gris y he vuelto a sacar las mantas y las botas de agua. De pronto parece que la  ilusión de vacaciones termina. Dentro de una semana empiezo al trabajo después de casi un año y lentamente me he ido preparando. Estudio un poco cada día, reviso apuntes del año pasado, memorizo de nuevo fármacos y sobretodo me voy visualizando despierta a las 6 de la mañana, corriendo para llegar a tiempo a ese tren que si no se escapa, y luego subiendo la cuesta, con el hospital esperando en todo lo alto, casi lista para el primer café y la mesa del despacho, con la mente fresca y mis problemas en casa. Por unas horas los protagonistas son otros. Y yo vuelvo. Ya estoy llegando.
 

jueves, 15 de mayo de 2014

EL NORTE (PARTE III)


 

 



Con estas fotos termino el resumen del viaje, en uno de los pueblos más bonitos que conozco, Liérganes.

1. Las Tetas
2. Yo en el molino
3. Puente romano
4. Like a rolling Stone
5. La hora del aperitivo
6. El olor de las lilas
7. De tal abuelo

miércoles, 14 de mayo de 2014

EL NORTE (PARTE II)


 


Ya lo he contado más veces, la casa de los abuelos es una estación de tren de 1890. Sólo espero que Simón pueda disfrutarlo tanto como yo lo disfruté de niña. Y encuentre tesoros en el desván, y salga corriendo cuando llegue el tren sólo para verlo pasar, mil veces, dos mil  veces, tres mil veces nunca serán bastantes veces, y que recoja caracoles en la tapia y descubra tréboles de cuatro hojas, tantos, que no tenga páginas en sus libros para esconderlos todos.

jueves, 8 de mayo de 2014

EL NORTE (PARTE I)

 



 



 



Ha pasado el tiempo. Ya nos fuimos de vacaciones y ya volvimos. Ya hicimos una mudanza y terminé un trabajo pendiente, Psicoanálisis y Feminismo se llama, y da para tanto que me quedo con ganas de más. También ha crecido el enano que me parece increíble, él que era un ratoncito y cada día está más grande y fuerte. Estas fotos son de Semana Santa, aprovechamos para ir a ver a los abuelos a Cantabria y de paso, llevamos a Simón al mar. Yo no soy muy playera y me sigue alucinando como puede ponerse la gente en bañador si yo estoy tiritando de frío, pero así es el norte, con un viento que pela y todos disfrutando de la "brisa". Y Simón, nuestro Simón,  con cara de susto fue llevado por su padre al agua, y se mojó los pies y aunque no lo parezca no echó ni una lágrima.