miércoles, 2 de septiembre de 2009

AQUELLOS DÍAS EN NEGATIVO

Surgen en los últimos tiempos, a mi alrededor y sin proponérmelo, conversaciones acerca del pasado, de la pérdida, de lo dejado atrás. Uno se queda luego de hablar como colgando. Colgando de algo que no alcanza a ver ni a tocar. No hay donde agarrar. Tan sólo pende.
En esas estaba y me ha dado por buscar fotografías. He visto a la Joaquina chica y a la más grande, a la enamorada, a la punki adolescente, a una muy sola, a la valiente, a otra muerta de miedo.
Y me he quedado sostenida.
Cuando voy atrás siempre veo trenes y lluvia y campos eternos, y cuando me miro a los ojos, en todos los retratos veo un secreto. Uno muy grande. Un creer saber que sólo yo sabía. Un silencio. Siempre un profundo silencio.
Por lo poco que recuerdo, en aquellos tiempos me abrigaba con un verdugo color vino.El viento de los convoyes que no se detenían mientras silbaban siempre me dejaba la cara helada.
Y descubrí entonces que tendría que ocultarme. Y fuí aprendiendo sus juegos, sus chistes, sus maneras. Me empeñé en no estorbar para no revelarme y me inventé para no levantar sospecha.

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