lunes, 14 de octubre de 2013

LE JOUR DES ÂMES ERRANTES



 








A veces, cuandos los bordes se difuminan, el yo debe dar un puntapié contra el suelo para crecer. Es inevitable. Pero necesita otro yo contrincante enfrente, sino no tendría sentido. Si no, sería como  enfadarse con uno mismo o con alguien que no te hace ni caso y al final, ese empujón resultaría ridículo  y decepcionante. Es fundamental entonces tener delante ese otro en el que mirarte. Así, ayer, fue un día de yoes y hoy Le jour des âmes errantes. Yo me he sacado a pasear cuatro horas. He disfrutado del sol, de la exposición de Méliès -increíble-, de los colores del Retiro. He visto un gato negro mirándome fijamente, sin mover ni un músculo, como una estatua de otro mundo y he decidido sentarme a disfrutar de una terraza junto al Jardín Botánico. Tomé un café y estuve leyendo casi una hora y cuando fui a pagar el camarero me dijo que estaba invitada :) Empieza rebién esta semana!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Leyendo tu texto y viendo tus imágenes, dan ganas de salir a la calle en este mismo instante y disfrutar del día al aire libre. Que tu semana termine tan bien como ha empezado. Hasta otra.

BRAGAOMEANO dijo...


Si no pones en el texto que paseas por Madrid, por las fotografías, cualquiera diría que te encuentras
en París.