Ya estamos en octubre y el otoño va acercándose tímidamente. En casa se va notando porque cambian las frutas y los quehaceres. Es tiempo de manzanas y lana. También de lecturas de sofá bajo la manta. Estos días he hecho compota con canela para la merienda, y he terminado un jersey y un gorro para el pequeño. Es curioso que se ponga de moda eso de "hazlo tú mismo" y la vida de campo cuando yo llevo toda la vida simulando que aún sigo entre los prados del norte cuando mis pies caminan tan cerca de la Gran Vía. Una pequeña isla de puertas adentro. Un refugio para encontrarse y vivirse.
Apuntes:
Lo comprendió intuitivamente y se replegó de una manera espontánea. No puedes permitir que los grandes te impongan su intolerancia, del mismo modo que no puedes permitir que los pequeños se conviertan en un nosotros y te impongan su ética. No aceptaría la tiranía del nosotros, la cháchara del nosotros y todo lo que el nosotros quiere volcarte encima. Jamás se doblegaría ante la tiranía del nosotros que se muere por absorberte, el nosotros coactivo, inclusivo, histórico, ineludiblemente moral con su insidioso E pluribus unum. Ni el ellos de Woolworth's ni el nosotros de Howard, sino el puro yo con toda su agilidad. El conocimiento de sí mismo: ese era el puñetazo en la boca del estómago. La singularidad. La lucha apasionada por la singularidad. El animal singular. La deslizante relación con todo. No estática sino deslizante. Conocimiento de sí mismo (...)
"La mancha humana", Philip Roth.
1 comentario:
Es precioso lo que has tejido!!
Me ha encantado lo de es tiempo de manzanas y lanas,no lo podías haber dicho mejor!!
un besito
Publicar un comentario