Comienza la Pascua y tocan torrijas, por eso decidimos ir dando un paseo bajo la lluvia hasta Nunos para comprar las más extrañas y deliciosas reconstrucciones de tan clásico bocado. Volvimos con una caja llena de minitorrijas con morcilla, tortilla, queso, huevo frito y no se cuántos más experimentos culinarios. Unos más ricos que otros claro, pero todos sorprendentes, divertidos y redulces. No podía ser de otra manera. Han volado.
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