sábado, 11 de junio de 2011

MIS YOES Y SUS ALEDAÑOS

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En esta búsqueda inquietante que es navegar en uno mismo, encuentro muchas veces en palabras ajenas lo que yo no sé decirme y me reconocozco en otros más fácilmente que al mirarme de frente. No me gustan las afirmaciones categóricas y a lo mejor es por eso que toda sentencia definitiva me resulta un imposible. Creo más bien que estoy hecha de contradicciones y cambios de rasante, de vueltas y de laberintos. Aun así, debo reconocer que a veces envidio la clarividencia y la seguridad que da tener una pesada, fuerte y recia declaración de principios. Pero sólo es un instante. En seguida me parece imposible mantenerme inmóvil por los siglos de los siglos. Sería tan estrecho, tan ordenado. Una vida como debe ser. Qué peligro y qué carga esta de lo que debe ser.

Hoy en Madrid ha salido el sol. Ya es algo.

1 comentario:

Elvira Rebollo dijo...

Qué bueno, Satsuma, cómo me gustó.