lunes, 2 de mayo de 2011

METAFISICA Y REFLEXIONES DE UN INGENIERO DE CAMINOS





Ni siquiera ese día lo vieron dudar. Se rió y bromeó durante toda la cena. Sabía que el futuro tendría que llegar y que él, solo, podría esperarlo sin miedo.

Tenía treinta y seis años y ningún motivo para estar en el mundo, pero no estaba loco. Procedía de un mundo sin ilusiones, en el que el privilegio de la libertad absoluta se pagaba, habitualmente, con el presentimiento de un castigo que lo cogería por sorpresa un día u otro.

Me dijo: si amas a alguien que te ama, nunca desenmascares sus sueños. El más grande e ilógico eres tú.

Porque el talento verdadero es tener las respuestas cuando todavía no existen las preguntas.

Y por primera vez, aunque de una manera confusa intuyó que todo movimiento tiende a la inmovilidad y que sólo es hermoso el caminar que lleva hasta uno mismo.

El corazón de los hombres no corre recto y no hay orden tal vez en su caminar.



De "Esta historia". A. Baricco

1 comentario:

Anónimo dijo...

que bello esta esto, en serio me ayudo,