Despido 2013 con un paseo por El Retiro el domingo. Un paseo para celebrar que había salido el sol y calentaba. Que había pasado justo un mes desde que somos tres. Por eso nos fuimos solos. A pasear como pasean las familias. A mezclarnos con los niños y los abuelos. A mirar a los patos y los perros. Fuimos a sentarnos al calor de diciembre y a sentirnos padres en un parque. Con un enano que se pasó dormido todo el tiempo.
Celebro desde aquí un año 2013 único y especial por tantas cosas, un año que termina con tantos comienzos, y un 2014 nuevo, muy nuevo.