Hoy no ha habido paseo. Hoy era día de puertas adentro. Tarde de silencio. Si acaso Bach. Y velas de fondo. Hay un aroma especial en estos días de otoño y brilla la casa de color naranja más que nunca. Voy a preparar ya la cena mientras espero que llegue S. del trabajo. Patatas cocidas, setas y huevos benedictine. Wasky me acompaña, a todos lados. Y Simón, que nada tranquilo en su mar caliente y reconfortante. El placer de quedarse dentro. Flotando.
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