Parajes agrestes y tempestuosos alternaban con otros amenos y dulces, y aquel andariego sin tregua, esa especie de vagabundo alegre, satisfecho y libre de preocupaciones -pues así debía de sentirse-, se entretenía muchísimo observando atentamente toda esa gran variedad de cosas que iban desfilando ante sus ojos. R. Walser. La excursión
1 comentario:
buen post, sisi.
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